Se realizó la IX Jornada de Educación para el Amor y la Familia

Se realizó la IX Jornada de Educación para el Amor y la Familia

En el Colegio Santa Cecilia se llevó a cabo la IX Jornada de Educación para el Amor y la Familia que organiza la Junta Regional de Educación Católica (JuREC). El disertante fue el Pbro. Lic. Alberto Agustín Bustamante, quien logró captar la atención de todos los docentes de los establecimientos educativos católicos de la ciudad.

La Jornada se realizó durante la mañana y la tarde y en cada turno participaron distintos niveles educativos. Acompañó el obispo diocesano monseñor Antonio Marino, el presidente de la JuREC Pbro. Pablo Etchepareborda, sacerdotes, religiosas, directivos y docentes de todos los establecimientos educativos de JuREC.

El padre Bustamante actualmente es el vicario general de la diócesis de villa María, Córdoba, y toda su vida ha estado vinculada a la educación.

Durante la jornada el sacerdote se ocupó de plantear fundamentalmente, cuál es el rol que le toca a los padres y a los docentes en el proceso educativo: “La invitación del Papa Francisco a ser una iglesia en salida, que no quede en los márgenes institucionales, es un desafío para nosotros como iglesia, como escuela. El Papa nos recuera que la escuela es iglesia y que, educando, la escuela se puede convertir en un gran hospital de campaña. Para nosotros es un desafío y esta jornada un espacio de reflexión”.

En referencia a quiénes atraviesan momentos de mayor complejidad, Bustamante precisó que “hay más crisis de pastores que de ovejas. Es decir, los muchachos y muchachas tienen el proceso de desarrollo con sus matices y seguramente hoy con nuevos escenarios. Proceso que de alguna manera hemos transitado todos. Hoy el problema es un mundo adulto que nos los acompaña lo suficiente”.

Seguidamente explicó que “no tiene que ver con el abandono explícito, sino con la no paciencia, la cercanía, el ir orientándolos y no poner límites. Cuando yo concedo todos los caprichos a un niño, es una manera de no acompañarlo en la paciencia de saber regular los tiempos, de anticipar el futuro al presente. En ese sentido creo que hay un mundo adulto en crisis. ‘Se nos han mezclado los naipes’ me dijo una vez un hombre y creo que así estamos, principalmente los más grandes”.

“La escuela no puede suplir lo que otras instituciones, como la familia, deben dar. El Papa Francisco hace una alusión en hacer un nuevo pacto educativo donde nos involucra a todos, porque el chico no transita solo en la escuela, sino en la familia y muchos otros ambientes. Hoy más que nunca la escuela debe ser un ámbito donde el chico experimente ese ser tenido en cuenta, sin renegar al procedimiento de enseñanza y aprendizaje. Pero que no sea un proceso de comunicación de conceptos abstractos, sino que se relacione con la realidad y fundamentalmente con la posibilidad de generar espacios de vinculo y encuentro en un mundo donde abundan las pantallas y no las miradas” continuó el disertante.

“Papa Francisco dijo a los chicos hace unos días que la felicidad no es una aplicación que se baja en el celular. La escuela debe integrarse a la matriz tan de la modernidad, tan centrada en los conceptos y contenidos a transmitir, con el desafío de incorporar todo lo socio afectivo como condición sin la cual no se puede educar, enseñar e instruir. El Papa planteó acompañar, discernir e integrar. Tres dimensiones fundamentales de la cercanía de la iglesia a la vida de la persona. Encuentren como se encuentren y desde ese encuentro hacer un planteo más profundo. Primero nos tenemos que encontrar con las personas” culminó el sacerdote.

DURANTE LA JORNADA LOS DOCENTES TRABAJARON CON ESTE DOCUMENTO