Ante la partida a la Casa del Señor del Papa Francisco

Desde la Junta Regional de Educación Católica JUREC) de la Diócesis Mar del Plata nos unimos en oración ante el fallecimiento de nuestro querido Papa Francisco.

Su partida deja una huella imborrable en la historia de nuestra Iglesia y en el corazón de millones de personas que, como nuestras comunidades educativas, fueron inspiradas por su palabra, su testimonio y su incansable llamado a vivir la fe con alegría, cercanía y compromiso con los más vulnerables.

Francisco, el Papa venido «del fin del mundo», supo tender puentes allí donde otros veían muros.

El Papa nos enseñó que «educar es un acto de amor, es dar vida» y nos animó, una y otra vez, a ser sembradores de la cultura del encuentro, donde el diálogo, la escucha y la mirada fraternal sean caminos para la paz y la justicia.

Hoy, más que nunca, como escuelas católicas, nos sentimos convocados a honrar su legado promoviendo una educación que no deje a nadie afuera, que forme corazones abiertos, solidarios y misericordiosos.

Nos unimos en oración, con toda la Iglesia, pidiendo al Padre que reciba en su Reino a quien supo guiar al Pueblo de Dios con la ternura del Buen Pastor.

Que María, Madre de la Iglesia, lo reciba en su abrazo eterno. Y que el fuego de su testimonio nos siga iluminando en el camino de educar en la fe, la esperanza y el amor.

“La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna.”

— Papa Francisco