La celebración se realizó en el gimnasio del colegio FASTA. Participaron niños y niñas de 3ra sección de los jardines de infantes de Mar del Plata que integran la JuREC acompañados por sus docentes, directivos y padres. En la Fiesta de la Fe también estuvieron el obispo diocesano Gabriel Mestre, el presidente de JUREC Pbro.
Pablo Etchepareborda y sacerdotes de los distintos jardines.
El obispo diocesano estuvo presente durante toda la celebración, participando al igual que los niños de todas las actividades que propuso el equipo organizador. Al respecto, el obispo recordó que “es la primera Fiesta de la Fe de los chicos del jardín que participo como obispo y realmente lo hago con mucha alegría. Había participado como sacerdote una vez pero ahora me toca como padre de esta iglesia particular de Mar del Plata. Así como disfruto del encuentro con cada ámbito particular, hoy tuve la gracia de compartir con los mas pequeñitos de nuestros colegios católicos que son los chicos del nivel inicial en la fiesta de la fe”.
“Es lindo ver celebrar la fe de este modo para los chiquitos, acompañados por sus señoritas y algunos papás en un clima de profunda alegría, en un marco de diversión y con una linda catequesis sobre el tema del bautismo como elemento esencial para la vida de la fe” dijo Mestre quien seguidamente resaltó que “los chicos se llevan el agua bendita: los signos son muy importantes y el agua bendita es un signo bien cristiano católico que tenemos que recuperar cada vez mas porque realmente expresa un elemento esencial de nuestra vivencia de la fe”.
El padre Pablo Etchepareborda contó que “realmente es una fiesta donde los chicos pueden disfrutar de una celebración distinta, porque si bien en los colegios se trabaja de la misma manera con juegos, cantos y dinámicas, acá nos juntamos todos los jardines de Mar del Plata con una identidad cristina, donde hemos renovado el bautismo y al mismo tiempo hemos jugado. Hemos trabajado el tema de la vida buscando su representación en ir haciendo crecer unas flores, y a través de distintos juegos esas flores iban creciendo, simbolizando la vida de ellos, que es algo que tiene que crecer con el esfuerzo y las cosas de cada día. Fue una fiesta muy linda, muy bien preparada por todo el equipo de la JuREC, con mucha creatividad y muchas ganas de participar”.
Destacó además “el agua que se la llevan a su casa y las docentes enseñarán que en las noches los papás, hermanos y toda la familia, compartan el signo de hacerse la señal de la cruz con esa agua. Es un signo de renovar la gracia de dios, que dios nos ame como padre y nos cuida permanentemente”.
El presidente de JuREC explicó que “una vez que el padre dios nos da la vida, siempre nos cuida, protege y acompaña. Lo hace a través de las familias o personas que estén a cargo de los niños y los chicos. Pero a veces cuando estas personas no están, alguien sigue cuidando de ellos. Por ejemplo, el Hogar de María, que tiene un servicio muy grande para chicos con capacidades diferentes, y que hace las veces de papa y mama en muchísimas oportunidades, cuando ellos están lejos o no están por alguna razón. Una vez que dios da la vida, la cuida de una u otra manera. Por eso haber puesto este año el tema de la vida así sencillamente, buscando representarla con esta planta que crece en las cosas cotidianas. Decimos que dios obra a través nuestro. Todos podemos dar una mano a un niño o niña”.
“Las señoritas tienen mucha onda. Las maestras jardineras tienen una capacidad increíble de creatividad, dinámica y esfuerzo. Hicimos en esta celebración una “carrera de caballos” donde las señoritas demostraron que hacen de todo” finalizó el padre Pablo resaltando el rol de las docentes que acompañan a los mas chiquitos todos los días.