Como estaba previsto y con una gran convocatoria, se realizó la «Marcha por la vida» en el marco del día del niño por nacer que se conmemora en nuestro país, el próximo lunes 25 de marzo. La cita fue a las 16 en el monumento a San Martín en la intersección de Luro y Mitre, desde allí marcharon hasta la plazoleta Almirante Brown, donde está el monumento a los lobos marinos. La Iglesia católica y evangélica junto a una veintena de organizaciones que trabajan y defienden la vida, se hicieron presentes. Monseñor Gabriel Mestre, estuvo en el inicio, la bendijo y pidió a Dios que «de manera pacífica pero bien clara en nuestra ciudad y en nuestra Patria cuidemos y defendamos las dos vidas».
Antes de la marcha, el pastor Ariel Díaz, presidente de la asociación marplatense de Iglesias evangélicas, pidió al obispo su bendición para poder iniciar la marcha. «Como invitaba el pastor Ariel Díaz, y desde la fe en Dios más allá de nuestras denominaciones, vamos a orar en el comienzo de la marcha de esta tarde: Señor Dios te pedimos que nos bendigas, bendecí nuestras familias y comunidades. Bendecí Jesús nuestra ciudad, nuestra Patria y danos un compromiso firme, claro y apasionado en el cuidado y la defensa de la vida», oró monseñor Mestre.
«Salvemos las dos vidas: este lema Señor nos acompaña, y a vos Jesús que sos camino, verdad y vida, que sos la vida y vida en abundancia pedimos tu gracia y poder en nuestros corazones para que de manera pacífica pero bien clara en nuestra ciudad y Patria cuidemos y defendamos las dos vidas. Salvemos las dos vidas, en Jesucristo el Dios de la vida», pidió y vivó el obispo a la multitud presente.
Con pañuelos celestes, con la consigna salvemos las dos vidas, y cánticos de «no al aborto, sí a la vida», participaron de la marcha, jóvenes, niños, madres con sus bebés en carritos, gente mayor y familias enteras. En la plazoleta Brown, se entonaron las estrofas del himno Nacional Argentina, y se leyó un documento en el que se expresó el por qué «la mayoría silenciosa, dice no al aborto» y se manifestó «que el aborto no sólo mata a un niño inocente sino que destruye a una mujer para siempre». Al finalizar, las bandas Éxodo rock -de la Iglesia evangélica- y Verbo Carne -de la Iglesia católica- animaron con su música y sus canciones.